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Created with Fabric.js 1.4.5 BIOÉTICA Y TANATOLOGÍA BIOÉTICA Ensayo Ligero Y Breve © Ignacio Ramírez Eguiarte PRINCIPIOS BENEFICENCIA AUTONOMIA NOMALEFICENCIA TEMAS JUSTICIA DROGAS EUTANASIA ABORTOINDUCIDO CLONACION HUMANA REPRODUCCION ASISTIDA SIDA DERECHOSANIMALES GENETICA TRASPLANTES Mientras que la tica estudia qu es lo moral, la justificacin de un sistema moral de manera racional y cmo aplica esto a niveles individual y social; la biotica, una de sus ramas, se enfoca es los aspectos morales de los avances dela medicina y de la biologa. Tambin estudia problemas morales que tienen relacin a cuestiones de medio ambientey de defensa de los animales como seres sintientes. Esta disciplina tiene apenas unos 40 aos de haberse definido.Para poder entablar una relacin entre biotica y tanatologa, primero hay que ver los 4 principios que rigen la bioticaque permiten el respeto del ser humano y sus derechos. Que la persona sea autnoma; que se acte en beneficio delotro; que no impere la maleficencia o perjuicio; que se anteponga la justicia para disminuir desigualdades.Al ser la tanatologa la disciplina encargada de conocer y afrontar los procesos de la muerte, facilitar a las personas el descubrimiento de herramientas para trabajar prdidas y duelos y de prestar acompaamiento a las personas en la etapa final de la vida; es importante conocer la biotica y su materia de estudio. Tenemos que conocer que el individuo que trata de elaborar sus sentimientos y emociones, experimentar muchas angustias, muchas de ellas que pondrn a prueba nuestra propia escala de valores. Van a confrontarnos en algunos casos con las opiniones, la moral y tica que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida. Eso nos podr no pocas veces a la defensiva al haber un choque estruendoso, entre nuestro sentir y el de la persona en duelo. Como tanatlogos, hay que estar enterado en temas de delicada naturaleza. Estos temas pueden ser motivo de que aqul que padece la prdida, se cierre ante nosotros y ante la posibilidad de elaborar su duelo, todo por carecer de la informacin pertinente o por un comentario mal colocado ante un tema que pueda resultarle sensible y delicado a cualquiera de las partes involucradas. Llevar a la prctica la abstencin de juicios de valor o morales, se hace no solo necesario, sino imprescindible. Las decisiones y posturas sobre esos temas, son y siempre sern de carcter individual. No podemos forzar a nadie a pensar como nosotros, a opinar lo que opinas y mucho menos a resolver una situacin por influencia o presin, solo porque contrasta negativamente con aquello que tenemos grabado en nuestra conciencia. El duelo y su elaboracin es una experiencia individual y de hecho, solitaria. Nuestra trabajo es ser el acompaante que permite que el individuo descubra sus herramientas de trabajo, en la medida que se lo facilitemos. Si un doliente nos presenta una disyuntiva severa, que tenga tintes de polmica, porque difiere de nuestra escala de valores; recordemos que no hay dos gotas de agua iguales, as como tampoco existen dos personas que piensen exactamente igual, especialmente ante temas sensibles como el aborto, la eutanasia o las preferencias sexuales. Nuestro papel no es de jueces o inquisidores. En el momento que establecemos un juicio de valor moral para acallar a otro individuo, fallamos a nuestro propsito y nuestro ejercicio tanatolgico pierde validez. Si bien no podemos dejar de lado nuestra propia tica y moralidad, debemos mantener muy claro, que ante todo, debemos cumplir los cuatro principios bioticos. Se trata del individuo en duelo, de su necesidad de salir de una situacin complicada, que implica en muchos casos eventos catastrficos. Podemos en todo caso informar, siempre y cuando la informacin sea veraz y que no tenga un sesgo para favorecer nuestra postura. La decisin ltima ser de la persona, sin presiones, sin demrito a su persona ni a su integridad moral, emocional, fsica o psicolgica. Si yo difiero de una postura por parecerme amoral, no tengo derecho a violentar a otro imprimndole mi parecer. Tal vez vendra bien la frase Vive y deja vivir porque habla antesque otra cosa del respeto y amor por el prjimo. Mientras que la ética estudia qué es lo moral, la justificación de un sistema moral de manera racional y cómo aplica esto a niveles individual y social; la bioética, una de sus ramas, se enfoca es los aspectos morales de los avances dela medicina y de la biología. También estudia problemas morales que tienen relación a cuestiones de medio ambientey de defensa de los animales como seres sintientes. Esta disciplina tiene apenas unos 40 años de haberse definido.Para poder entablar una relación entre bioética y tanatología, primero hay que ver los 4 principios que rigen la bioéticaque permiten el respeto del ser humano y sus derechos. Que la persona sea autónoma; que se actúe en beneficio delotro; que no impere la maleficencia o perjuicio; que se anteponga la justicia para disminuir desigualdades.Al ser la tanatología la disciplina encargada de conocer y afrontar los procesos de la muerte, facilitar a las personas el descubrimiento de herramientas para trabajar pérdidas y duelos y de prestar acompañamiento a las personas en la etapa final de la vida; es importante conocer la bioética y su materia de estudio. Tenemos que conocer que el individuo que trata de elaborar sus sentimientos y emociones, experimentará muchas angustias, muchas de ellas que pondrán a prueba nuestra propia escala de valores. Van a confrontarnos en algunos casos con las opiniones, la moral y ética que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida. Eso nos podrá no pocas veces a la defensiva al haber un choque estruendoso, entre nuestro sentir y el de la persona en duelo. Como tanatólogos, hay que estar enterado en temas de delicada naturaleza. Estos temas pueden ser motivo de que aquél que padece la pérdida, se cierre ante nosotros y ante la posibilidad de elaborar su duelo, todo por carecer de la información pertinente o por un comentario mal colocado ante un tema que pueda resultarle sensible y delicado a cualquiera de las partes involucradas. Llevar a la práctica la abstención de juicios de valor o morales, se hace no solo necesario, sino imprescindible. Las decisiones y posturas sobre esos temas, son y siempre serán de carácter individual. No podemos forzar a nadie a pensar como nosotros, a opinar lo que opinas y mucho menos a resolver una situación por influencia o presión, solo porque contrasta negativamente con aquello que tenemos grabado en nuestra conciencia. El duelo y su elaboración es una experiencia individual y de hecho, solitaria. Nuestra trabajo es ser el acompañante que permite que el individuo descubra sus herramientas de trabajo, en la medida que se lo facilitemos. Si un doliente nos presenta una disyuntiva severa, que tenga tintes de polémica, porque difiere de nuestra escala de valores; recordemos que no hay dos gotas de agua iguales, así como tampoco existen dos personas que piensen exactamente igual, especialmente ante temas sensibles como el aborto, la eutanasia o las preferencias sexuales. Nuestro papel no es de jueces o inquisidores. En el momento que establecemos un juicio de valor moral para acallar a otro individuo, fallamos a nuestro propósito y nuestro ejercicio tanatológico pierde validez. Si bien no podemos dejar de lado nuestra propia ética y moralidad, debemos mantener muy claro, que ante todo, debemos cumplir los cuatro principios bioéticos. Se trata del individuo en duelo, de su necesidad de salir de una situación complicada, que implica en muchos casos eventos catastróficos. Podemos en todo caso informar, siempre y cuando la información sea veraz y que no tenga un sesgo para favorecer nuestra postura. La decisión última será de la persona, sin presiones, sin demérito a su persona ni a su integridad moral, emocional, física o psicológica. Si yo difiero de una postura por parecerme amoral, no tengo derecho a violentar a otro imprimándole mi parecer. Tal vez vendría bien la frase “Vive y deja vivir” porque habla antesque otra cosa del respeto y amor por el prójimo.
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